10 de marzo de 2009

A lo más hermoso

Voy a reunir todos los materiales que hagan falta, para diseñarte un mundo rosa, como a ti te gusta, plagado de caballitos alados y burbujas en las que puedas subirte y volar por el cielo. Un cielo siempre soleado con lindos pájaros surcándolos. Como en tus dibujos, pintaré ríos de algondón, orillados de blanditas flores multicolores encima de las que correras gritando fuerte al ritmo de tus carcajads. Haré alquimia en probetas y pócimas en marmitas hasta que salten gnomos, duendes y pitufos llenando de magia ese mundo rosa.

Vamos a surcar el océano a lomos de delfines, con nuestra manos agarradas, para que no te caigas, hasta encontrarnos con sirenas y dormiremos en camas hechas en arrecifes de coral.

Voy a eliminar el dolor y la desilusión, para que esos ojitos tuyos brillen siempre como ahora: puros, ilusionados, inocentes. Cualquier cosa para que tu sonrisa sea siempre como ahora. Todo por ti princesita.

Deseo que nadie te haga nunca daño y que tu tránsito por la vida sea eternamente dulce. Duele pensar que tengas que llorar, y sé que el sufrimiento te llegará antes o después. Cuando lleguen esos momentos, métete en nuestro mundo rosa.

Mientras, corre, chilla, salta, juega, ríe, vibra...sé feliz princesa como te estoy enseñando.

1 de marzo de 2009

Armas de destrucción

-¿Has puesto el pan?
-Si, ya está la mesa entera

....

-¿Me pasas el agua por favor?
-Por supuesto

...

-Y en la oficina ¿os reunisteis con los inversores?
-No, ya te comenté que era el jueves
- Aaaa, me he confundido
-¿Y tu hermano?
-Bien, bien, parece que se recupera de la herida

...

-No te olvides de recoger mañana a Paula del conservatorio, tengo que ir al dentista por la tarde, y ya sabes que suele ir lenta la consulta.
-De acuerdo. ¿Sigue sin salirle la medida de la funda?
-Si tuvo que empezar de nuevo la pieza, y ya sabes que estas cosas van lentas
-Debería de pedirle un descuento, es la tercera vez que manda tallar esa funda y me dijistes que tiene que ponerte otra.
-Descuida se lo comentaré
...
- Por cierto, este domingo por la tarde seguramente iré a jugar tenis. No te causo problemas ¿verdad? De todas formas este domingo venía tu madre, estarás entretenida
-Ninguno.

Nuevamente el silencio, ninguno se mira. La nevera en la que se ha convertido su hogar baja un poco más el termostato. Están los dos dispersos. Ella tiene la mente puesta en su dentista, él en Amelia, la vecina de Óscar y Mary, con la que jugará tenis.

Sonido de platos en el fregadero, sonidos en los servicios, un buenas noches, se apagan las lamparitas de las mesillas de noche. La distancia de sus cuerpos no se puede medir, el avismo que reina en la mitad de la cama se hace más y más profundo.

En el tocador, reposa una foto de los dos abrazados de hace 15 años cuando viajaron a Palma. Las sonrisas de esa imagen y el brillo de los ojos se difumina con las partículas de polvo que cada día caen. Pero ninguno de los dos repara en ello.