31 de marzo de 2008

Cosas que hacen que la vida valga la pena

A veces no perdemos buscando la felicidad y somos tan imbéciles de pensar que la encontraremos en imposibles tan lejanos que se nos agota la vida esperándolos. A mi me gusta regodearme en ser feliz con mis pequeñas cosas cotidianas que me hacen sentirme tan llena y tan plena como para reconocer que merece la pena estar en este mundo, a veces tan puñeterito. Una vez, cuando estaba perdida en una maraña de inestabilidad le escribí a mi Antonia una lista de cosas que me hacen feliz y por algún motivo he querido recuperarla hoy, cogiendo prestado el título de una canción de Pasión Vega (es la banda sonora de una película de Ana Belén con el mismo nombre) y añadir nuevas pequeñas "felicidades" para compartirlas con vosotros. Tal vez a alguno os ayude para empezar a entender que nos regalan la vida para disfrutrarla con estas menudencias. Comencemos a disfrutar de lo simple:

Me hacen feliz:
- Mi sobrina: sobretodo cuando salta a mis brazos para decirme cuánto me quiere "te quiero como el universo" y sus ojitos brillantes cuando algo le hace ilusión; o cuando me aprieta la manita
-Decirles lo mucho que os quiero a la gente que me importa
-Ver feliz a esa misma gente
-Abrazar a mi hermana y tranquilizarla cuando se siente mal
-Ver reir a mi madre
-Ver a mi padre cuando tiene momentos buenos
-Escuchar a mis padres contando anécdotas de cuando eran jóvenes
-La cara de Cristóbal cuando me ve salir del portal (sobretodo cuando llevamos mucho tiempo sin vernos), verlo cuando estamos en un grupo para observar que no deja de contemplarme. Oir su voz por la noche, medio dormido.
- Charlar con mis amigos (con café, sin café, con cubata o o sin cubata)
- Una noche de marcha con las niñas (eso es perfecto)
- Ufff, encontrar el duende en una juerguecita flamenca con mis amigos
- Sentirme querida por mis compañeras de trabajo
- Reunirme con mis primas, a cuál más loca
-Estar en la playa, la sensación del agüita en los pies, un rato de toalla con las niñas (¡qué pedazo de plan!)
-Recordar a mis abuelas
-Acostarme recién duchada con las sábanas recién puestas
-La ducha de después del gimnasio
-El sol suave en la cara cuando paseo o voy en triciclo
-Arreglarme y pintarme para salir; y verme guapa en el espejo
- La Semana Santa (sin hospitalizaciones ¡por favor!)
-Un trocito de chocolate, o un helado...
-Darme cuenta de lo afortunada que soy y todo lo que tengo
-Bailar
-Leer tranquilamente (esto se está convirtiendo en un imposible)
-Ver cómo publican mis notas de prensa
- Pensar en todo lo bueno que está por venir

Podría hacer una lista interminable, definitivamente soy una mujer afortunada, me siento feliz

12 de marzo de 2008

Con la cera a punto

Quizás sea una tipa rara. Quizás soy tan barroca como la ciudad en la que vivo (aunque muchos, entre ellos yo misma, piensen que mi corazón es choquero) pero no puedo evitar sentir un bulli bulli por dentro cuando la Semana Santa se acerca y mis ojos se me siguen llenando de lágrimas, por algún extraño motivo en estas fechas.

Y digo lo de que soy una tipa rara porque mucha gente no me entiende, o les choca, que pueda enloquecer por ver un cuadro de Picasso pero también me pongan los pelos de punta ver el Gitano entrar en Campana o algo tan sutil como la manita de un nazareno pequeñito agarrada a la de su padre, su madre o quién sabe su tía.

Quizás sea cuestión de sensibilidad o a lo mejor de apreciar la belleza. También me saltan las lágrimas a los ojos ante un aterdecer.

Tengo la cera a punto y no precisamente porque vaya a quitarme la pelambre, si no para coger mi cirio el próximo Jueves Santo y hacer los mismos rituales de siempre, esos rituales tan íntimos que sólo un nazareno entiende.

Volveré a ceñirme el cíngulo a la cintura y tendré esa indescriptible sensación de estar conectando con mi Dios, como si el cíngulo fuera un cordón umbilical entre él o ella y yo.

De nuevo me sentiré anónima entre las masas de espectadores y tendré por delante muchas horas de silencio para dialogar e incluso pelear conmigo misma, conmigo y con él o ella.

En estos tiempos en los que la prisa se adueña de mi,detendré el reloj para caminar durante horas en esa eterna conversación con lo superior.

Y ese nazareno vestido de blanco y azul que camina con el cirio al cuadril, recubre a la misma persona que hacer yoga, baila salsa, se emocionó en el Museo de arte impresionista de París o escucha Fangoria. ¿Seré barroca?

A mi me da miedo la gente lineal, que no sabe coger lo mejor de cada esfera.

Este año la Semana Santa es especial para mi, tendré al suerte de verla por los ojos de un forastero,un forastero muy especial también; pero eso lo contaré otro día.

3 de marzo de 2008

Se llama Antonia. Candidatos 2

Guapo el de las maracas y el flequillo




Se llama Antonia. Candidatos 1

El Gallo sube


Se llama Antonia. Presentación

Después del inesperado éxito de Se llama Copla, el nuevo programa de moda será "Se llama Antonia" y no es fácil ser una Antonia hay que tener algunas cualidades indiscutibles, entre ellas que tu masa de índice corporal esté siempre por encima de los límites y ser fan, entre otras tiendas de H&M y Dorothy Perkins. Mientras logramos y no que alguna cadena emita este formato de éxito. Os dejo algunos vídeos significativos que pueden daros una idea de cómo será. Todos los estilos musicales tienen cabida. Si queréis participar en el cásting solamente tenéis que mandarme vuestra actuación grabada.

Mientras llegan vídeos novedosos. Podéis ir votando vuestros favoritos.

Que la suerte os acompañe.