26 de julio de 2009

Comiendo croquetas


Me encanta pensar que será así, tal como ella dice: -De vieja me imagino comiendo croquetas con Carmen en un asilo. Ella hablará con todos los ancianos de la residencia y yo iré a mi bola-


Manoli es sencillamente especial, una todoterreno del periodismo, un espíritu inquieto, inconformista, con ganas constantes de crecer y evolucionar. Con Manoli puedes llorar y reírte, y salir de marcha, e ir de compras, y hablar de filosofía, del último libro que estás leyendo, o de las barriguitas (las de verdad o las muñecas) Debajo de una sombrilla cuya sombra se alarga hasta la noche o en un sofá mullido, en un seat o en la cinta del gimnasio, en una discoteca o en un avión, en Londres o en Barbate. A todas horas, cualquier día, en un lugar cualquiera del mundo, las conversaciones con Manoli nunca se acaban.


Miles de planes cambiados y reestructurados, algunos ciertos y otros soñados. Pero ahora si que llegó la decisión. Se marcha a Madrid y nos deja un poco huérfanos. Odio tanto la distancia. Otra parte de mi corazón lejos. Me siento ya un poco más sola, con menos ganas de enredar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

AH! no te digo trigo....

Antonia dijo...

Joder Antonia. Estoy llorando. Esto no lo hagas más eh!!!!

P.D. Yo también tq mucho

Carmenchu dijo...

Bueno iré amasando las croquetas! jajaja