21 de octubre de 2009

Otoño de cambios

Es tiempo de cambios en mi vida.

A lo largo de estos últimos 10 meses se han ido colocando piezas nuevas en mi vida para disponer mi universo de manera diferente. Otras, simplemente se han disuelto.

Echo de menos a Manoli, echo de menos a mis amigas con las que apenas hablo por las malditas responsabilidades. Echo de menos las tardes calurosas en el Viapol con Blanca. Echo de menos aburrirme. Echo de menos estar rodeada de mucha gente. Echo de menos las noches de juerga con mis amigos. Me hago muy adulta a la velocidad del rayo.

Sin embargo, ahora tengo mi propia empresa y he aprendido a distinguir quién me quiere de verdad. Ahora valoro más todavía algunas pequeñas cosas y adoro la sensación de no tener que quedar por obligación. Mis tardes de yoga me confortan más que nunca. Ahora me siento más amada.

Ahora me toca tomar decisiones, decisiones importantes que pueden transformar muchas cosas. Me da vértigo, mis decisiones afectarán a más personas pero sé que tengo que afrontarlas. Atrincherarme en mi almohada y pensar ya lo decidiré no es una opción. Ahora tengo que pensar por dos. YA no es sólo lo que yo quiero y me gusta tener que ceder mi preciado terreno.

Tal vez, como dice Ingrid, he cambiado y lo curioso es que ha sido un proceso natural.

Pienso en el 2010 y lo veo lleno de incertidumbres, pero creo que tome el camino que tome es hora de tomar las riendas de mi vida fuera de mi confortable huevo.