22 de septiembre de 2009

El chico del polo verde

El día menos pensado, en el momento más inesperado... el destino te tiene preparadas sorpresas agradables que cambian tu vida para siempre. Aférrate a ellas porque no abundan.

Hizo su entrada despacito, poco a poco, con tenacidad, como él suele hacer. Preguntó si podía venir a verme y ya no dejó de hacerlo.

Dicen que hay trenes que pasan sólo una vez en la vida. El tren en el que llevo montada hace ya dos años no tiene un destino concreto, me desliza por caminos nuevos repletos de vida. Quizás el fin sea exclusivamente ir subida en ese tren y seguir viajando por las vías de la ilusión. Lo cierto es que espero que mi tren no llegue a su última estación en toda la vida.